Noura rêve (Noura’s Dream), de Hinde Boujemaa: No perder su sueño

Estrenado en los cines franceses el 13 de noviembre de 2019, el primer largometraje de ficción de la tunecina Hinde Boujemaa fue galardonado con el Tanit de Oro en el Festival de Cine de Cartago (26 oct .-  2 nov). Una película con bisturí que desafía las leyes retrógradas pero que también explora la representación del matrimonio en la sociedad tunecina.

Noura (Hend Sabri) está enamorada de Lassad (Hakim Boumsaoudi). Su marido Jamel (Lotfi Abdelli) está en prisión y ella intenta divorciar. Pero Jamel sale más pronto de lo previsto… El adulterio en Túnez puede llegar hasta cinco años de prisión. Esta película es un manifiesto contra esta ley. Noura está atrapada, bajo el poder de Jamel. Como en todas partes, los hombres se permiten tener las relaciones que quieren, pero las mujeres son rápidamente catalogadas. Especialmente porque, como en La Belleza y Los Perros de Kaouther Ben Hania (2017) de Kaouther Ben Hania, la neutralidad de la policía no es nada evidente.

“No hago películas para defender los derechos de las mujeres”, dice Hinde Boujemaa. Pero sus dos películas principales antes de Noura eran sobre una mujer dañada. Su cortometraje And Romeo Married Juliette (2014) mostraba con humor el deterioro de una pareja. Y en C’était mieux demain It Was Better Tomorrow (2012), siguió a una mujer sin hogar durante la Revolución Tunecina de 2011, una de las mejores películas de la época porque planteaba la cuestión social cuando la mayoría celebraba la lucha por la libertad. La historia demostró que tenía razón.

Noura también está en peligro, pero no es una víctima: es una mujer de carácter, sensible pero determinada. Sueña de amor. Los hombres por otro lado son lo que son, mentirosos, celosos, cobardes, violentos. Constantemente en tensión, fuera de cualquier pathos, siempre inesperado, la película sin embargo nos atrae hacia algo más que esta observación dualista. Las lavadoras están funcionando y la música es profunda, compleja, entrelazando elementos acústicos y sonidos electrónicos, haciendo eco de la consternación de Noura.[1]La escena en la comisaría es memorable: a pesar de la presión de este entorno masculino, se juegan sutilezas impresionantes en las relaciones. El uso generalizado de la mentira para protegerse a sí mismo, pero también para proteger a los que queremos, hace que cada uno se revele como alguien distinto de lo que creía que era. De la misma manera, detrás de la perversidad de su venganza, Jamel muestra bondad por sus hijos.

Tanto la puesta en escena como la imagen contribuyen a esta profundización de los personajes. El cuadro se ajusta a los tres actores, en detrimento de todo lo demás, menos de los niños. Sólo cuenta lo que sucede entre ellos, hasta el punto de su confinamiento. Habría sido difícil si no fueran excelentes. Pero no es que estén actuando. Al contrario, se les lleva a ir más allá de su interpretación habitual. Hend Sabri encuentra aquí un papel muy diferente de sus refinadas composiciones de estrella en el cine egipcio; el humorista Lotfi Adelli interpreta a un hombre oscuro y dramático; y Hakim Boumsaoudi, también bastante divertido, atípico. Sin duda esto permite a Hinde Bojemaa desviar la interpretación pero también la relación con el espectador hacia una fragilidad sobre la que puede construir lo que aspira: no un drama social sino un drama humano, sin negar por supuesto su dimensión social. La película se rodó en Djebel Jelloud, un barrio muy popular de los suburbios del sur de Túnez, de donde provienen los niños.

“La realidad debe ser ficticia para ser pensada”, escribió Rancière.[2] En el documental It Was Better Tomorrow (C’était mieux demain), Hinde Boujemaa exploró una forma de cine directo, “tomado en el momento”, siguiendo a una mujer y a su hijo en su búsqueda de un hogar y un lugar en una sociedad en proceso de revolución. Su proyecto era, sin embargo, hacer visible esta cuestión política y social en lugar de reproducir lo visible, para así encontrar un significado en lo que no es inmediatamente significativo. Fue esta dinámica de realización la que lo hizo ficticio, para reformular su relación con el mundo y abrir la reflexión sobre los asuntos en juego. Filmaba una experiencia, más allá de la descripción, pero sin entrar en lo novelesco. Aquí, da el paso de la ficción, pero conserva un anclaje muy fuerte en la realidad. De hecho, se sumergió en el terreno durante mucho tiempo para conseguir el material para el guion. Sin embargo, el reto de estos actores atípicos no es sólo dar cuenta de la realidad, sino invitar al espectador a preguntarse qué papel desempeñan y no si lo hacen bien, es decir, entrar en su complejidad y por lo tanto en su humanidad. Así, nadie es blanco o negro, cada uno tiene sus ambigüedades, sus mentiras, sus debilidades, su belleza.

El final de la película es remarcable. Abre la secuela sin decir o anunciar nada. Nos invita a construirlo sopesando lo posible. Noura no deja de lado su sueño. Esta es la llamada de esta impresionante película de precisión y madurez: no perder su sueño. Todos y todas estamos concernidos.

Olivier Barlet – traducción : Marie Picaud

[1] La música adicional para la película está tomada del álbum Al-‘an! الآن (And Your Night Is Your Shadow – A Fairy-Tale Piece Of Land To Make Our Dreams) (Sub Rosa, 2017) dedicada al Mediterráneo por Oiseaux-Tempête, un grupo de música francés fundado en 2012 por Frédéric D. Oberland y Stéphane Pigneul.

[2] Rancière, J. (2009) El reparto de lo sensible. Estética y política. Santiago de Chile.

Author: Olivier Barlet

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